Y algo más sobre mí…
Los animales han sido mis grandes maestros.
Me enseñaron a habitar el presente… y a mirarme con ternura.
Desde pequeña me dijeron que era una niña índigo.
Tal vez por eso siempre sentí que percibía el mundo de forma distinta.
Exploro la física cuántica, la neurociencia y la sensibilidad como puentes hacia algo más profundo:
una forma de entenderme, de acompañar, de sanar.
Si tú también te has sentido “diferente”,
quizás este espacio también es tu hogar.
Aquí hay herramientas, alma… y camino compartido.
Si te identificas con mi experiencia, estoy aquí para acompañarte en este camino de autodescubrimiento, ofreciéndote herramientas efectivas para mejorar día a día juntos, podemos encontrar claridad y bienestar en este laberinto de la vida.